2006 fue un año de tensiones para México. Entre la algidez política de las elecciones presidenciales, en mayo de ese año ocurrieron una serie de enfrentamientos entre la policía municipal de Texcoco y un grupo de floricultores que se disponían a vender sus productos. El retiro forzado de los trabajadores por parte de los uniformados hizo que miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) y de ‘La otra campaña’ –una iniciativa política del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)–, apoyaran a los floricultores bloqueando el paso de una avenida principal en Atenco a través de la que se suministraban recursos a Ciudad de México. Ante la negativa a las negociaciones, la Policía Federal intervino en la madrugada dejando a su paso un alto número de detenidos, dos fallecidos e incluso acusaciones de violencia sexual a 26 mujeres.
En medio de esos hechos estaba OM, (38 años) un artista que, al ver los atropellos a los que estaban siendo sometidos sus compatriotas, decidió buscar una manera de denunciar y visibilizar estas injusticias más allá de las marchas. Lo que comenzó como un ejercicio intuitivo que lo condujo del mundo audiovisual a la gráfica del cartelismo, es hoy en día Gran OM, un estudio visual surgido en 2006 que ha enfocado su trabajo en denunciar y apoyar las luchas sociales a través de la gráfica. see more
Con el objetivo de que la producción gráfica fuera mayor y más eficaz a la hora de causar impacto en la sociedad mexicana y latinoamericana, Gran OM se convirtió en una iniciativa colectiva de la cual actualmente son partícipes Kloer, que se mueve en el Estado de México, Chauiztle, que trabaja desde Puebla, y Boer, Richard y OM, cuyo centro de acción está entre Oaxaca y Ciudad de México.
En estos años de ejercicio creativo estos creadores criollos han explorado distintas disciplinas y técnicas como el grabado, el muralismo, el esténcil, el diseño editorial, el diseño gráfico, los medios audiovisuales y el performance. “No tenemos inconveniente de experimentar con nada. Tenemos muy claro nuestros principios y lo que queremos decir. El formato que ocupamos más es el cartel porque tenemos una relación estrecha con su historia, supongo que somos románticos al respecto. Pero me parece que, desde finales del siglo XIX, hasta la fecha sigue impactando por igual un cartel pegado en la pared que apareció de la noche a la mañana”, señala OM, quien define lo que hacen como humanista. Según cuenta, el aprendizaje de otras técnicas y formatos es una herramienta necesaria para poder llevar el mensaje lo más lejos posible.